martes, 30 de agosto de 2011

El tamaño importa

(Iba a titular este post "Razones para estar irritado, parte 2", pero con la que está cayendo el tamaño de los tebeos parece algo demasiado trivial como para ser causa de irritación, como mucho de una vaga melancolía)
En las discusiones sobre la preferencia de ver las películas en versión original, o en pantalla grande y sala oscura, se encuentra subyacente la noción de un ideal platónico de la obra artística, a la que las distintas presentaciones o ediciones deben intentar acercarse lo máximo posible. Por supuesto, esta idea no se limita únicamente al cine, sino que está presente en los juicios sobre otras formas artísticas, y en particular los comics. Las reediciones de tebeos clásicos (o simplemente antiguos) son juzgadas, aparte de por la calidad intrínseca de la obra que presentan, por la calidad del papel, la traducción, la rotulación, la reproducción de las líneas y del color.

viernes, 12 de agosto de 2011

Ciclos

Yo fui un cinéfilo adolescente. En aquellos tiempos remotos, el recurso principal que un chaval de pueblo tenía para construirse una cultura cinematográfica era Televisión Española, que programaba cine clásico con regularidad, y a menudo en formato de ciclos, una de las maneras más prácticas e reveladoras de conocer a un autor o un género. En la actualidad, pueden contemplarse ciclos cinematográficos si se tiene acceso a una filmoteca u otra entidad programadora por el estilo, y puede uno también hacérselos en casa con la ayuda del DVD, la biblioteca pública más cercana y otros medios de legalidad menos clara.

domingo, 7 de agosto de 2011

Louie, Louie

No puede decirse que sean malos tiempos para los amantes de la comedia televisiva estadounidense: la parrilla está surtida de productos valiosos tanto en las networks convencionales ("Parks and Recreation", "Community") como en las cadenas de cable ("Curb Your Enthusiasm", "Eastbound and Down"), e incluso en el rango más tradicional y conservador del espectro se encuentran programas dignos que permiten al espectador reírse sin prescindir totalmente de su inteligencia ("Modern Family", "Cougar Town"). Aún así, por definición, resulta una rareza encontrar comedias auténticamente especiales. Eso me ha ocurrido, con un año de retraso, con "Louie". Compruebo con cierta sorpresa que en los recientes números de las revistas "Cahiers du Cinema" y "Quimera", dedicados a las series televisivas, no ha merecido apartado propio y ni siquiera, salvo que se me haya pasado por alto, una mísera mención, así que es posible que la crítica de verdad haya decidido que no es para tanto, pero así en caliente (he terminado de ver la primera temporada y estoy siguiendo la segunda simultáneamente a su emisión), apuesto por esta serie como un clásico del futuro (al fin y al cabo, aquí puedo ser todo lo hiperbólico que me plazca).