miércoles, 30 de junio de 2010

Anasognosia

Casi tanto tiempo como yo llevaba Errol Morris sin actualizar su "blog" en el New York Times, pero en su caso, ha merecido la pena. Su nueva serie de posts, "El dilema del anasognósico", me ha dejado con nuevas palabras que no sé muy bien dónde podré usar.
Por ejemplo: el efecto Dunning-Kruger, que se describe de esta forma: nuestra incompetencia enmascara nuestra capacidad para reconocer nuestra incompetencia. Como explica el doctor Dunning, resulta que las habilidades necesarias para producir la respuesta correcta en un trabajo son en muchos casos las mismas que se requieren para reconocer que la validez de ese trabajo. Ergo, cuando somos incompetentes en el trabajo lo somos también para darnos cuenta de que lo somos.
Y "anasognosia", una condición mental que hace que personas que sufren de alguna incapacidad sean incapaces de darse cuenta de que la sufren. En alguno de los libros de Oliver Sacks, no sé si "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" o "Un antropólogo en Marte" aparecen casos de esta condición terrible y al mismo tiempo hilarante. Personas que tienen, por ejemplo, un brazo paralizado, niegan con toda sinceridad ese hecho, evidente para los demás; si alguien les pide que hagan alguna acción con el brazo paralizado, dicen que no les apetece, que es una tontería, o se comportan como si no hubieran escuchado la petición. Aunque el término inicialmente se aplicaba en el contexto de la hemiplejia, actualmente se utiliza de manera más amplia para otros tipos de fenómenos de negación. Para el investigador V.S. Ramachandran, la anasognosia es un desequilibrio en el conflicto permanente entre distintas partes del cerebro que reaccionan de manera diferente ante los nuevos estímulos: una tiene la misión de mantener la continuidad en nuestra concepción de nosotros mismos y de la realidad; otra registra los hechos de esa realidad buscando anomalías. Cuando la primera parte, por algún motivo, se impone a la segunda, tenemos la anasognosia.
Ejercicio mental: buscar situaciones en las que podríamos estar sufriendo anasognosia, en un sentido amplio. Por supuesto, si realmente la padecemos, no nos daremos cuenta...