lunes, 22 de marzo de 2010

El hombre invisible que cantaba con una voz visible

La primero que pensé cuando me enteré de la muerte de Alex Chilton, fue que se trataba de un suicidio. Hay excusas para tal morbosidad: la cercanía de los fallecimientos de Vic Chestnutt y Mark Linkous, y el hecho de que las pocas referencias personales que tenía sobre el lider de Big Star no daban a entender que se tratara de una persona particularmente feliz. Recibí con cierto grado de alivio la noticia de que se había tratado de un fallo cardíaco, que espero que fuera repentino y poco doloroso.

Siempre me ha fascinado un aspecto de la carrera de Chilton. Críticos y fans consideran sus tres discos originales con Big Star como el punto culminante de su obra. Sin embargo, su principal responsable parecía que simplemente, no eran muy buenos, y durante muchos años recibió con mal disimulada irritación los halagos de los seguidores que convirtieron a Big Star en el grupo de culto por excelencia. Probablemente hay motivos personales implicados: el primer disco estaría sin duda asociado en su mente a sus relaciones personales con Chris Bell, que terminaron de mala manera y que la muerte prematura de Bell impidió reparar. El carácter de Chilton (la palabra inglesa contrariness parece creada especialmente para su personalidad) también es un factor de peso. Pero en cualquier caso, la relación del músico con su obra más reconocida (más amada) nos recuerda que los autores no son nunca los mejores críticos de sus propias obras. Porque, en este caso, Chilton se equivocaba, y sus fans tenían razón: "#1 Record", "Radio City" y "Third/Sisters, lovers" son los discos que miles de personas en todo el mundo hemos hecho sonar estos días para recordarle.

El título del post procede de la canción de los Replacements: creo que no he leído ni un solo post o artículo sobre la muerte de Chilton que no la citara. No era consciente de que fuera un tema tan popular: quizás muchos chavales lo conocían por Guitar Hero hayan descubierto estos días que trataba sobre una persona real.

No hay comentarios:

Publicar un comentario