sábado, 19 de diciembre de 2009

Listas

Las últimas semanas del año llenan Internet (y la prensa convencional) de listas de lo mejor del año. Es un buen momento que los despistados como yo tomen el pulso a lo que se está haciendo. Uno no tiene ni capacidad ni vocación para estar permanentemente al día: la mayoría de los productos que consume (ni discos, ni libros, ni siquiera películas) son de actualidad. Y sin embargo, no se resigna a quedar completamente obsoleto, y estas listas de fin de año permiten extraer, por una especie de procesamiento estadístico, una imagen borrosa pero verídica de “lo que se está haciendo”, de lo que es más relevante para la gente que sí tiene las fuerzas y el interés de mantenerse constantemente al día.

Particularmente útiles resultan las innumerables listas de música pop que circulan por ahí, porque en ocasiones acompañan la relación con canciones descargables con las que uno puede construirse una recopilación personal de “lo mejor del año” que luego puede comparar, si tiene ese capricho, con la que ofrecen algunas revistas como Uncut o Rock de Luxe.

Hace algunos años, las listas de fin de año de la blogosfera a las que accedía ofrecían un mundo claramente diferente del de las revistas de papel. El descubrimiento de Arcade Fire o de Sufjan Stevens se produjo unos meses antes en los blogs musicales que en la prensa escrita. Creo que ahora la separación es menos clara, y es una muestra de hasta que punto los dos mundos han convergido. En parte, por supuesto, porque la normalización del acceso a Internet ha reducido la importancia de la prensa escrita, que ha dejado de ser “el” medio de acceso a la información y opinión musicales. Probablemente a largo plazo la tendencia llevará a las revistas a desaparecer, pero en el periodo hasta que eso ocurra, es posible que vivan un periodo en el que tengan tanta libertad y posibilidad de expresión como el más humilde de los blogs, además de contar con la experiencia y el saber hacer acumulado por sus creadores.

El párrafo anterior no estaba previsto cuando he empezado a escribir este post y probablemente no tenga demasiado sentido cuando lo piense más despacio. A lo que iba es a que esas listas de fin de año me han dejado con un montón de canciones nuevas para escuchar. Muy mal se tendrá que dar para que no haya un puñado de joyas que me acompañarán en los próximos años.
Y, si alguien tiene curiosidad pero no le apetece escarbar mucho por ahí, el procesamiento estadístico al que hacía mención anteriormente indica que discos de este año a los que hay que prestar atención son: “Merryweather Post Pavillion” de Animal Collective, el de Grizzly Bear, el “Wolfang Amadeus Phoenix” de Phoenix, “Bitte Orca” de Dirty Projectors, “Actor” de St. Vincent… y unos cuantos más: no parece haber sido un mal año para la música pop. Nombres que, excepto el de Animal Collective (que ya llevan apareciendo en listas similares desde hace unos años), eran completamente desconocidos para mí hace unos meses. Mientras, en el país fuera del tiempo del salón de mi casa, los discos del año han sido las reediciones de los Beatles y la recopilación de los Jayhawks, que tampoco están mal.

1 comentario:

  1. Tío, no conozco a casi ninguno de los músicos que nombras,aunque me suenan algo los Beatles.
    A mi lo que me mola es poner Radio 3, y tragarme lo que pinchan cada día. Bueno, lo que más me gusta es Videodrome, pero yo creo que es por la voz en off de la locutora.
    Nos vemos, Ramón

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