lunes, 4 de julio de 2011

El cine reencontrado. Incluye sorpresas

Cada año desde hace un cuarto de siglo se celebra en Bolonia (Italia) "Il Cinema Ritrovato", un festival de cine sin alfombras rojas, ni (apenas) estrenos ni estrellas. La Cineteca de Bologna, que a través del laboratorio L’Imagine Ritrovata es una de las instituciones más importantes del mundo en el campo de la recuperación del patrimonio cinematográfico, organiza este festival cuyo núcleo está constituido por los más importantes trabajos de restauración realizados por las filmotecas y compañías privadas en todo el mundo.

El interés del festival no se limita a profesionales y académicos interesados en el cine primitivo y las técnicas de restauración cinematográfica, aunque estas personas tienen en estas fechas un punto de encuentro que imagino de lo más estimulante. Para los aficionados de a pie, en estos tiempos en que las posibilidades de ver cine en pantalla grande se van reduciendo hasta lo microscópico, es una oportunidad (posiblemente la única o la última) de ver clásicos del cine en copias impecables y, en el caso de películas mudas, con acompañamiento musical en directo. En la programación de este año han convivido reliquias de los orígenes del cine con clásicos ineludibles como “Solo los ángeles tienen alas”, “La dolce vita”, o “Taxi Driver” y rarezas como “La vie est à nous” o “La máquina matamalvados”. Yo soy seguramente la última persona a la que se le ocurriría hablar mal de la visión de películas en la pantalla del televisor o del ordenador, que tantas lagunas culturales me ha permitido llenar, pero espectáculos visuales suntuosos como “Nosferatu” o “French Cancan” deberían contemplarse al menos una vez en la vida en las mejores condiciones posibles.

La programación del festival es amplia e inabarcable para una sola persona, lo que implica que casi todos los días es necesario renunciar a proyecciones que parecen interesantes. De haber tenido el don de la bilocación me hubiera gustado echar un vistazo a los homenajes a Alice Guy (pionera mujer directora), Maurice Tourneur (padre del gran Jacques) y Albert Capellani, del cual Gian Lucca Farinelli, director del festival, dijo en un arrebato de entusiasmo que, gracias a las películas mostradas en Bolonia los dos últimos años, había desplazado a D.W. Griffith del puesto de primer gran director cinematográfico de la historia. También me hubiera encantado seguir más exhaustivamente los interesantísimos ciclos dedicados a Boris Barnet y Luigi Zampa.
Aún así, algunos de los momentos más satisfactorios me han llegado por sorpresa, en sesiones vistas sin grandes expectativas por cubrir un hueco en el horario o espoleado por una mención intrigante en el catálogo. Destaco tres:
  • "Paid to love" (Howard Hawks, 1927). Hawks, al que se dedicaba una retrospectiva de sus primeros trabajos y proporcionaba la imagen de esta edición del festival por la restauración de “Los caballeros las prefieren rubias”, es tenido con justicia como uno de los grandes maestros del cine sonoro. Sus trabajos mudos, relativamente desconocidos, suelen despacharse rutinariamente como obras de aprendizaje, con la excepción de “Una novia en cada puerto” (1928). En el caso de "Paid to Love", además de la dificultad de ver la película, los libros de referencia se apoyan en las declaraciones del propio Hawks, para el cual se trataba de una película de encargo que simplemente, “no era de su estilo”. Contaba Kevin Brownlow que, si se le presionaba lo bastante, Hawks admitía a regañadientes que la película no era del todo mala. Comedia romántica que se desarrolla en un ambiente y con unos personajes que podrían haber sido creados por Eric Von Stroheim, contiene algún toque hawksiano, como el personaje femenino que toma la iniciativa amorosa sin miramientos de ninguna clase, un suave erotismo pre-Code y un argumento bastante convencional, pero llevado con una gracia, una habilidad técnica (Hawks estaba entonces, como todos los directores americanos, bajo el influjo de Murnau, lo que se manifiesta en algunos movimientos de cámara poco habituales en su obra) y un sentido del detalle que hacen que una película pueda describirse con esa palabra tan manida pero a veces inevitable de “delicia”.
  • "Junto al mar más azul" (Boris Barnet, 1935). Hasta hace unos días, mis conocimientos sobre Boris Barnet se limitaban a las breves referencias que de él se hacen en la “Historia del cine” de Mark Cousins: discípulo de Kulechov y autor de una curiosa comedia muda, "La chica de la sombrerera". Barnet tuvo a pesar de ello una larga carrera llena de altibajos en el cine soviético hasta su suicidio en los años 60, en la cual realizó algunos grandes éxitos de público. Uno de ellos, "Okraina" (1933), le permitió dirigir su siguiente película con bastante libertad. "Junto al mar más azul" tiene un argumento que podría haber usado Howard Hawks (dos marineros amigos compiten por el amor de una mujer), pero el resultado, vitalista y lírico, a veces onírico, no se parece a ninguna otra cosa, ni en el cine soviético ni en el mundial.
  • Cínico Tv. Il Cinema Ritrovato me ha permitido equilibrar un poco el balance de mi consumo audiovisual, inclinado últimamente de forma abusiva hacia las series de televisión. No deja de tener su gracia que el descubrimiento más notable que he hecho en Bolonia sea un programa de televisión. "Cinico Tv" es un conjunto de breves sketches emitidos en Rai Tre (la cadena “alternativa” de la televisión pública italiana”) entre 1989 y 1996, creados por Danielle Ciprì y Franco Maresco. En un paisaje audiovisual dominado por la televisión de Berlusconi, Ciprì y Maresco crearon un objeto extraño que parece casi su negativo exacto, el “Mama Chicho” de Mundo Bizarro. Invocando los espíritus de Buñuel y Passolini presentaron una imagen inédita de Sicilia, llena de ruinas, basura y miseria, bajo un cielo siempre gris, con actores/personajes borderline y la sombra amenazante de la Mafia en segundo plano (la producción de la serie coincide parcialmente con lo que los italianos llaman “anni delle strage”, los años de las masacres, en los que la Mafia convirtió Palermo en centro nacional del horror). Hay que aclarar que "Cinico Tv" era un programa de humor, hoy diríamos que de posthumor, que en algunos momentos recuerda a este espectador inexperto a Faemino y Cansado o al Chris Morris de “Jam”, aunque alguien más versado que yo en la comedia italiana encontrará sin duda referentes más cercanos y precisos. La Cineteca de Bolonia ha editado un primer volumen con los episodios de "Cinico Tv" correspondientes al periodo 1989-1992, acompañados por un libreto informativo, útiles extras y subtítulos en inglés. Se anuncian futuros volúmenes, aunque no sé si incluirán las producciones de Ciprì y Maresco para la pantalla grande.
ACTUALIZACIÓN (10/07/2011): Ah, mi ignorancia. "Junto al mar más azul" no es la película ignota que yo imaginaba, sino que tiene ganado su puesto entre los pequeños clásicos del cine. Para más referencias, ver aquí.
Más y todavía más sobre el Cinema Ritrovato de este año en el imprescindible blog de David Boardwell y Kristin Thompson, con los que me las arreglé para no coincidir casi nunca. Mayor motivo para lamentar no disponer del superpoder de estar presente en varios lugares al mismo tiempo.
Se me había pasado mencionar la excelente noticia de que el premio del festival al mejor DVD del año pasado fue concedido a una edición española, la caja de Cameo y la Filmoteca de Cataluña de obras de Segundo de Chomón.

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